viernes, 22 de febrero de 2013

Lo que necesito es el diente de león en primavera...

Tengo un problema. Siempre lo he tenido y creo que siempre lo tendré. Adoro la lectura. Me da igual el tipo de libro que caiga en mis manos. Lo devoro, sin piedad. Me da igual si tengo cosas que hacer como si no. Si tengo sueño, si hay algo que quiera ver o si llego de una cena a la 1 de la mañana. Acabo leyendo. Es más, uno de mis placeres, descalza, con los pies sobre el sofa, luz enfocada sobre mi cabeza, manta en las piernas, cojín para acercarme el libro a estos ojitos y lluvia en la ventana. Pero como me conozco y se, que con un libro empezado no puedo parar, decido leer solo cuando se que le voy a poder dedicar tiempo, tras unos examenes, en unas vacaciones...

El problema es que uno de estos "tiempos" al año que dedico a mis libros esta llegando a su fin. Y que leo más de un libro a la vez. Lo se, esto ya es vicio. Uno de ellos es comercial, exactamente es el tercero de una saga :LOS JUEGOS DEL HAMBRE: Los juegos del hambre, En llamas y Sinsajo


Del primero Los juegos del hambre decir que esta bien, que tiene jugo y sustancia. Pero que es previsible, que sabes lo que va a pasar al final, que está claro que no pueden morir (y hasta aqui puedo leer). Del segundo, En llamas, hay mucho más que contar. Da un giro. Este es el momento en el que ya le has cogido cariño a los protagonistas, y no puedes creer el grado de maldad que descargan sobre ellos. Como si haberles robado el resto de infancia/adolescencia no hubiese sido suficiente para el resto de sus vidas. Como si sobrevivir a unos Juegos del Hambre no fuese sufrimiento suficiente para una vida. Pero aún así lo superan, con pesadillas y con sufrimiento. Y en este libro es donde empiezas a adorar al que parece secundario, pero en el fondo, es el más sufridor de toda la saga. El borracho mentor del Distrito 12 tiene una razón para perderse en sus litros de alcohol

Y el último y en el que estoy inmersa ahora mismo, Sinsajo, es el que más impacta. El que más sufrimiento deja liberado, el que más remueve nuestras conciencias y el que más te hace sentir culpable. No lo he terminado pero debo decir que es el que más me esta gustando, donde se deja de lado el amor juvenil y se centra en aspectos más humanos y morales. En lo que una guerra supone no solo en lo fisico y en las perdidas, si no en lo que moralmente va dejando a su camino. Como resumen de esta (incompleta por mi parte) saga, debo decir que ha llegado a ser comercial por algo (no como las famosas 50 sombras que todo el mundo lee y califica como MALA) y que guste a adolescentes de todo el mundo quizá nos muestre que no solo ellos viven de magia y vampiros. Si no que (teniendo en cuenta el ambiente que les rodea) también saben apreciar otro tipo de literatura. 

Porque como dicen en la saga varias veces "Hay juegos peores a los que jugar"

viernes, 15 de febrero de 2013

Presuposiciones erroneas

Hay veces que las personas te presuponen unos conocimientos que no tienes. Probablemente por lo que ha llegado a sus oídos  por lo que estas estudiando (o creen ellos que estas estudiando) o porque lo tienes que saber (y punto).

Por ejemplo, mi prima de 5 años, presupone que lo se todo, porque soy el ser mas sabio del mundo mundial y porque, según palabras de su madre, me idolatra. Que a mi me encanta, para que os voy a engañar, que mi primica me considere un ser tan superior mentalmente. Pero no me gusta decepcionarla, y hay veces que sus preguntas van más allá de mis conocimientos. O quizá no de mis conocimientos, si no de mi capacidad de explicárselos a una niña de 5 años, lista a rabiar y preguntona como ninguna. Explicarle no hace ni 2 semanas porque en Santa Águeda se come un postre que se llama "TETA" y que es debido a que a la susodicha santa le arrancaron los pechos, sin entrar en temas religiosos (dado que no esta bautizada) me fue un pelín complicado. Pero como es insaciable pregunta, pregunta y vuelve a preguntar hasta que te deja con cara de poker y sin tener muy claro como continuar.



Pero no solo los niños son así. Muchos de los adultos que conozco no se quedan cortos. Preguntas de que hace un ingeniero industrial, que son esas cuentas que haces sin números  como puedes operar con letras (algo que mi profesor de matemáticas me repetía continuamente en 5º de Primaria, y resulta que si, que se puede) eran las preguntas habituales.Incluso que 'mierda de asignatura' son las maquinas eléctricas 'si eso ya lo se yo que soy abogado' (palabras textuales). Total que ahora que mi vida esta enfocada a otros 'aspectos y conocimientos' de la vida, se me presupone un bilingüismo que claramente no tengo. Y que si que es cierto que espero alcanzar, pero que si lo tuviese no estaría donde estoy. Digo yo vamos. Y es que los seres humanos somos necios como nosotros solos y pensamos, que, por tener un titulo lo sabemos todo, o por estudiar algo dominamos la materia a la perfección, cuando, en el fondo, no se deja de aprender nunca. Y cada instante de tu vida cuenta. Os lo aseguro.

sábado, 2 de febrero de 2013

Mis hombres

Hay veces que no te das cuenta, pero son esos pequeños placeres y esos pequeños detalles los que hacen que este caminito valga la pena. Ayer terminé mi calvario particular y semestral que son los examenes universitarios. Con unos buenos resultados en las manos todo se ve mas claro, mas feliz y mas maravilloso. Anoche salí, salí a lo grande, de estas veces que todo se sabe a poco. Pero lo mejor fue, sin ninguna duda la compañía.

Ayer me di cuenta que hay personas que sin darme cuenta han estado a mi lado cada año, cada instante importante. Desde los tres años cuando lo facil era jugar bajo una manguera de agua en pre-escolar las calurosas tardes de junio. Cuando pasamos por las peleas y los castigos juntos, nuestra época rebelde, las interminables horas de clases, entre ellos, porque mis profesores sabian perfectamente que era una charlatana (y lo sigo siendo) y pensaban, ilusos de ellos, que rodeada de 'mis hombres' (así los apodo un profesor mio de la ESO) igual me callaba un poco, los examenes y los nervios, las angustias y las alegrías. Bachiller fue una prolongación de nuestra historia personal y la Selectividad un punto y aparte. Desde hace 4 años cada fin de semana (como desde aquel lejano 2001) los tengo en mi vida, y ahora con el diabolico a la par que maravilloso Whatsapp los tengo casi 24h al día en mi movil y sobre todo en mi vida. Y ayer, viendolos, abrazandolos, bailando, cantando, sonriendo y disfrutando me di cuenta, que aunque algún día nuestros caminos se separen, en el fondo, lo vivido ayudara a que jamás dejemos de estar unidos. Han sido 19 años, 6935 dias de los cuales 5225 los he pasado a su lado. A su lado me siento pequeña. Son grandes. Grandes de altura, pero sobre todo se han convertido en grandes como personas y grandes como amigos. Están ahi, siempre, y yo también, somo un grupo que aunque no lo decimos, sabemos que en el momento que hay que pedirlo ahi estamos. Incluso sin pedirlo. Camaradería infantil lo llamaban. Yo lo dejaría en toda una vida juntos, celebrando nuestros cumpleaños, nuestro envejecimiento , juntos, nuestros triunfos y ahogando nuestras penas y fracasos. Porque somos humanos y tenemos nuestras luces y  nuestras sombras. Pero nuestras sombras juntos son mas brillantes que en soledad. Por todos estos años juntos, y por los que nos quedan, por las fiestas, por los fines de semana...Por todos los recuerdos siempre serán 'mis hombres'...